Introducción:

Conocer o interpretar las inscripciones en piedra es un aliciente que nos permite descubrir referencias del pasado. No son fáciles de identificar, y en la isla de El Hierro encontramos algunas, aisladas y grabadas en piedra sin inscripciones de texto. Solamente me referiré a éstas.

Evidentemente, no se contemplan las cruces talladas en lápidas, habituales en las tumbas o nichos de los camposantos, ni las registradas en iglesias, ermitas u otros centros religiosos.

Cruces Testimoniales Herreñas como Tradición Histórica
Resulta frecuente encontrar pequeñas cruces «desnudas» de madera ubicadas en hornacinas que circundan una propiedad o en el frontis de entrada a la vivienda que nos recuerdan la «cultura» de la muerte, como una tradición familiar «herreña», que indica también la antigüedad de la vivienda,  actualmente en desuso. Tampoco forma parte de esta referencia.

En estos momentos incluyo dos de ellas, en sendas vías de acceso al Valle de El Golfo, en lugares emblemáticos, y sobre estructuras «pétreas» de cierto valor etnográfico y otra en el «envidiable» Camino de la Virgen, en el recinto de la Cruz de los Reyes.

Recordamos que cada uno de los senderos principales al valle de El Golfo conservan su santo protector, por los riesgos que ofrecía el trayecto. Así encontramos en Tibataje el amparo de la Virgen de la Peña, en Jinama la protección de la Virgen de la Caridad y en El Monte la encomienda a San Salvador.
Parece ser que inicialmente estos «santos» protectores se encontraban ubicados en oquedades/hornacinas que con el paso del tiempo se transformaron en pequeños oratorios o ermitas que hoy podemos contemplar.

* La primera cruz:

Epigrafía de esta cruz resaltada en el Círculo Rojo

En el sendero PR-EH2 de tránsito de El Pinar por la Cumbre hacia San Salvador, justo en el Letime, encontramos «dos» piedras volcánicas aisladas y próximas, conocidas como «Dos Hermanas», en el mismo punto del cambio de vertiente. En una de ellas, puedes observar en su lateral una cruz latina tallada, sígno epigráfico, posiblemente de encomienda, antes de alcanzar la ermita de El Brezal con su «santito» protector de esta bajada al Valle de El Golfo, al que los transeúntes rezaban,  y los menos crédulos depositaban limosnas, antes de continuar hacia El Golfo por el sendero del Monte o de San Salvador, transmitiendo su aproximación o alejamiento con el bucio (o bocina) por estos lugares de tránsito: Dos Hermanas y el Pico del Diviso, referencias de este trayecto.
La «otra» piedra volcánica, como describe Sixto Sánchez Perera, no es la original, y ha sido repuesta para recuperar el conjunto.

Detalle de la Cruz latina
Al parecer, la pequeña talla de San Salvador de Horta procedía de la portería del convento franciscano de San Sebastián, fundado en 1585 en La Villa de Valverde, cuyos dominios se extendían desde El Puente hasta las proximidades del actual Bar Zabagú en la calle San Francisco. La orden abandonó la isla en 1835 tras casi tres siglos de permanencia, dejando su impronta religiosa en la isla.

San Salvador de Horta (1520-1567), religioso de la orden de San Francisco, era un ejemplo de obediencia y humildad, se le atribuyen «milagros» de curaciones que llegaron a desbordar la presencia de peregrinos en el convento de Tortosa, por lo que fue alejado a otro convento en la aldea de Santa María de Horta donde continuaron las visitas de los afligidos en búsqueda de curación. Fue «beatificado» en 1606  por el Papa Paulo V y «canonizado» en 1938 por el Papa Pio XI.

Coordenadas GPS:
27R 3071156 N 795032 E

El acceso a «Dos Hermanas» se puede realizar en vehículo, siguiendo la HI-45 desde La Llanía.

En la isla de El Hierro, el primer domingo del mes de Agosto, el «santito» baja desde su ermita en El Brezal a la iglesia de La Candelaria de Frontera, y retorna a ella en El Monte a final de mes, una tradición relativamentete reciente, recuperada por el  grupo folclórico Tejeguate que repuso al «santito» en la ermita tras restaurarla e impulsó desde 1977 la fiesta de San Salvador.

Ermita de San Salvador en  El Monte



* La segunda cruz:

Ermita de La Caridad con su nueva cubierta a dos aguas, tras la reforma de 1992
 Al otro lado del Valle de El Golfo, próximo a San Andrés, encontramos el «espectacular» sendero PR-EH8 de Jinama, también era una clásica via de «mudadas», y tras el ritual de encomendarse, ahora, a la Virgen de la Caridad, el herreño realizaba el descenso hacia Frontera.

Arco de Sabina en el inicio del Sendero de Jinama con su «Cuchillo»
 En este caso el bucio se utilizaba en Jinama y a mitad de recorrido, en El Miradero o viceversa, según el sentido del trayecto.


Virgen de La Caridad
En ambos recorridos, el que no sabía utilizar el bucio, recurría al jujeo (o jujiar) para transmitir tranquilidad a sus familiares en los mismos puntos citados, a base de gritos: «arriba-arriba» o «abajo-abajo» para indicar su posición, siempre que la resonancia lo permitiera.
Existe un antecedente previo de la Virgen de La Caridad, que describe la historiadora Ana Avila, correspondiente a una imagen venerada en el convento franciscano de San Sebastián, desde el siglo XVIII, en la villa de Valverde.
Otra referencia aportada por Venancio Acosta Padron sobre la Virgen de La Caridad en el arranque del sendero de Jinama, apunta a la Virgen de la Caridad del Cobre venerada en Cuba, destino de la emigración herreña a la isla caribeña que remitían ayudas económicas a la isla.

Cruz enmarcada en el Círculo Rojo - Piedra Labrada
Casi al final de este recorrido, una vez superada la Cancela del Pino y antes de llegar al Pino de Don Onofre Sánchez Pérez (1887- 1965), que fue Alcalde de Frontera desde finales de Junio de 1931 hasta Septiembre de 1933, encontramos un conjunto «pétreo» natural, denominado Piedra Labrada o del Ataúd con una cruz de madera, donde terminan Las Vueltas del Pino. En su lateral también encontramos otro símbolo epigráfico de una cruz griega tallada, asociada al punto de descanso de las comitivas fúnebres, que en sentido contrario al descrito se utilizó hasta mediados del siglo XIX, para el traslado del finado al cementerio de La Villa.
El cementerio de Frontera no se concluye hasta el transcurso de 1860 a 1863, con el respaldo económico de los emigrantes herreños afincados en Cuba.

Detalle epigráfico de la Cruz griega
Coordenadas GPS:
28R  30733374 N  204857 E

Acceso: Solamente se puede realizar a través del sendero citado, y el trayecto más corto es desde La Plaza de la Candelaria en Frontera. Podemos acortar el recorrido, tomando la pista asfaltada de Los Corchos, y así evitamos un buen tramo de subida, que nos acerca a nuestro destino.

En las clásicas mudadas, los que procedían de San Andrés se asentaban principalmente en Los Llanillos, los de Isora en Belgara y La Erita, los de La Villa en el Lunchón, La Carrera y Las Lapas,...

* La tercera cruz:

Altar y Cruz de los Reyes
Justo en el punto intermedio del Camino de la Virgen se abre una amplia explanada, la de la Cruz de los Reyes, lugar de descanso al mediodía con tendido de manteles en las clásicas Bajadas de la Virgen de los Reyes. Aquí encontramos otra inscripción epigráfica, sin texto, que corresponde a una cruz latina.

Cruz epigráfica Latina
En una sencilla placa de mármol blanco encontramos la traza de una Cruz en bajo relieve con el texto: «de los Reyes 1961 », y a su derecha identificamos el símbolo epigráfico tallado en una de las piedras que forma parte del altar donde descansa la Virgen de los Reyes en su travesía hacia La Villa.  Esta inscripción conserva las proporciones 3/4 de una cruz latina. 


En las Bajadas cuando la Virgen de los Reyes se dirige a este punto, los santos representativos de cada localidad y sus bailarines la están esperando para cortejarla y rendirle venia conjunta, además los herreños le ofrecen sus legendarias «loas» a la Madre Amada antes del merecido descanso.

Coordenadas GPS: 
27R  3070540 N  793347 E

El acceso a la «Cruz de los Reyes» se puede hacer en vehículo siguiendo la HI-45 dese La Llanía en dirección a La Dehesa.


Toda la isla de El Hierro, se viste de gala cada cuatro años para honrar a su patrona, la Virgen de los Reyes y cumplir el voto de la Bajada de la Virgen, registrado en la iglesia parroquial de La Concepción en La Villa, el 29 de Enero de 1741.

También es un referente de convocatoria para los herreños que viven fuera de la isla.

Referencias:
Diario de Avisos, «El tradicional camino de Jinama, objeto de rehabilitación integral», Javier Armas, 22 de Marzo de 1992, Pág. 18. 
El Día, «La Cultura y el Lenguaje de las Bocinas en la isla de EL Hierro», Manuel J. Lorenzo Perera, 14 de Noviembre de 1997, P63.
«La Mudada al Valle de El Golfo. Isla de El Hierro», Sixto Sánchez Perera, Imprenta Reyes 1ª Ed. (2008) : ISBN 84-93514-77-2 y LeCanarien Ediciones, 2ª Ed. (2018) : ISBN 978-84-17522--14-8
«Isla de El Hierro. Patrimonio Artístico Religioso», Ana Avila (2012), Ediciones Umbral, ISBN: 978-84-95457-92-9.
«La fiesta de la Virgen de La Caridad. Jinama», Venancio Acosta Padrón (2012), recuperado de  http://vacacionesenelhierro.blogspot.com/2012/05/la-fiesta-de-la-virgen-de-la-caridad.html
Textos y Fotos del autor EXCLUSIVAS para este blog, obtenidas mediante investigación oral y trabajo de campo.

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