Las Salinas de Las Puntas

Usurpación de Autoría, Plagio y Pirateo 

«Unos tienen la fama y otros cardan la lana» 

El Diccionario de la R.A.E. define claramente estos tres conceptos: 

1) el «pirateo»  como:

«Cometer acciones delictivas contra la propiedad, como hacer ediciones sin permiso del autor o propietario,...»

2) el «plagio» como:

«Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias»

3) y la «usurpación» como:

«Apoderarse de una propiedad o de un derecho que legítimamente pertenece a otro,...»


Este artículo (en TEXTOS) ha sido COPIADO en su TOTALIDAD y publicado en el Diario El Hierro por el Sr. Sergio Gutiérrez sin CONSENTIMIENTO de su AUTOR. Además lo publica como PROPIO, añadiendo tres frases aisladas. Ante esta situación de INDEFENSIÓN flagrante espero que DIOS reparta JUSTICIA.

 
Las Salinas
Una industria de la naturaleza

Municipio: Frontera
El visitante quedará alucinado cuando descubra la antigüedad de esta salina, su origen  y su reducida capacidad de producción.
Acceso: Tenemos que dirigirnos al embarcadero de Las Puntas, y junto a la explanada recientemente inaugurada en Junio de 2018, identificable por el rótulo majestuoso de «La Frontera», encontramos el sendero de ida y retorno, PR-EH-8.1.b,  de Las Puntas a Las Salinas. Tiene una longitud aproximada de unos 750 metros, se inicia en la citada explanada, está señalizado y, tras un reducido tramo empedrado y acondicionado, se convierte en pista de tierra, para transformarse posteriormente en sendero.

Sendero PR-EH-8.1.b - Las Puntas – Las Salinas de Puntagrande


Contenido: La técnica del mortero de cal aplicada a las salinas se remonta a la época romana y solamente existen constancia en las islas de otras dos: una en esta isla, en Timijiraque, y otra en Los Cascajos, en la isla de La Palma.
Al parecer, esta salina ocupa apenas una superficie de 460 m2 con datación de 1680, siendo su valedor, José Pablo Dávila Quintero, que era Beneficiado de la Parroquia del Apóstol Santiago en el lugar del Realejo de Arriba en Tenerife. Ante su baja productividad se produjo su abandono en 1785, transcurrido algo más de un siglo en actividad.
Juan de Urtusuástegui, Gobernador de Armas, al llegar el 9 de Septiembre de 1779 a Punta Grande describe brevemente estas Salinas, a las que les augura un futuro incierto, y seis años después se consuma su vaticinio, recogido en su «Diario de Viaje a la isla de El Hierro en 1779»:

"Compónese de dos grandes estanques y el cocedero con fuertes murallas de sillería argamasada. En todas las mareas entra el agua al primero, que recogerá al pie de 3.000 pipas, por una acequia labrada a fuerza de pico en la punta que se avanza al mar, con su compuerta para darle o embarazarle la entrada, de ésta sube por medio de una bomba al segundo y al tal cocedero por otra que suele jugar una máquina movida por el viento. Hasta ahora hay acabados como 100 tajos y se pretendía adelantarlos; pero jamás recompensarán su trabajo y costo que quizás habrá subido a 3.000 pesos".

Ortofoto de Google Earth - Proyección en Planta - Salina de Las Puntas

Los dos hornos de cal existentes junto a estas salinas se justifican por el suministro de «caliche» (piedra caliza) que llegaba a Las Puntas en veleros que procedían principalmente de Fuerteventura para trueque por sal.
En la actualidad, tras la rehabilitación por el Taller de Empleo Tradición y Futuro (2003), ambos hornos tienen tapiada su gatera, orientada al oeste. Solamente son identificables desde el interior de cada horno y observables por la boca superior, siendo sus diámetros interiores, proporcionales a sus alturas, de 2,10 m y 1,68 m respectivamente.
Esta salina es una de las de menor capacidad de producción, con sus 105 tajos generalmente cuadrados de pequeña superficie, del orden de 1 metro x 1 metro, (algunos tienen mayores dimensiones y otros son rectangulares) careciendo de «sistema de riego» desde el «cocedero» que se realizaba de forma «manual». Actualmente solamente quedan los restos de unos 82 tajos.
El sistema de captación de agua mar es «pasivo», del tipo «tomadero» que tras los embates sobre el puntón rocoso, retienen en una reducida charca natural, tras la «compuerta» (artificial), el agua de mar y la trasladan, mediante un canal excavado a pico al primer depósito.  
La primera percepción que apreciamos en la visita a este conjunto etnográfico sorprende al visitante nada más llegar, cuando nuestra imaginación vuela y nos recrea con la «joya» de este «ingenio» del siglo XVII.

La Compuerta receptora


La compuerta del «tomadero» citado está compuesto por tres piedras independientes, perfectamente acopladas que cumplen esta función, cuyas longitudes (de izq. a dcha.) son: 1,63 m + 1,03 m + 0,44 m.      
El ancho del canal excavado a «pico» en la roca es variable, con un promedio de 30 cm de anchura que aumenta hasta los 40 cm., con una longitud de unos 25 m. desde el «tomadero» para que fluyan por gravedad las aguas captadas hasta el primer estanque, cuyo espesor variable de su muro se aproxima a los 1,10 m. (oscila entre 1,03 y 1,18 m.)
El trasvase de aguas a los otros depósitos de almacenamiento, previos al «cocedero», se realizaron en su día mediante bombeo y/o con molino de viento.
Los dos depósitos auxiliares superiores tienen muros de espesores (promedio) de 0,70 m, el segundo,  y 0,65 m., el tercero.
El «cocedero» presenta muros del orden de unos 0,43 m, de espesor  y en su interior las aguas suelen mantener una temperatura media entre 4 y 15 grados.

Los Tajos, al lado del Cocedero para acarreo manual del Salinero
En los «tajos» las temperaturas se incrementan generalmente desde los 15  hasta los 25 grados, y esta salina presenta impermeabilización con mortero de cal, una característica que la identifica y clasifica, y también de esta misma forma se impermeabiliza el «cocedero».
Completan las instalaciones el habitual almacén del salinero, cuyas dimensiones externas son de 7,55 x 4,85 m., y dos hornos de cal anexos a esta instalación.
El proceso de la obtención de la «cal viva» es muy simple. Se calcina a altas temperaturas la piedra «caliza» que contiene Carbonato Cálcico, y de este proceso se desprende el dióxido de carbono y los residuos sólidos de Óxido de Calcio, más conocido como «cal viva», son los que se seleccionan para  para preparar el mortero de cal.
Prácticamente quedan restos de al menos 82 tajos del total. Estos tajos son de tamaño reducido, generalmente cuadrados, del orden de 96 cm x 100 cm, y otros superan una de las dimensiones y son rectangulares. Su profundidad también es variable, y oscila de los 15 cm a los 20 cm, e incluso algo más.

Canal excavado a pico hasta el primer Estanque
Importante: El que acceda al «tomadero» de  «Las Salinas» ASUME con consentimiento informado los riesgos que conlleva y la dificultad que representa, por lo que el autor de esta reseña DECLINA cualquier responsabilidad o imprudencia cometida por particulares o grupos organizados que desciendan al puntón.
Referencias: 
Diario de viaje a la isla de El Hierro en 1779, Juan Antonio de Urtusuástegui. Colección Terra Negra (2004). Págs. 16 y 17.
El Día, La sal como futuro, 10 de Agosto de 2003, Pág. 68
Ruta Archipiélago - Diciembre de 2003, Patrimonio. Salinas de Punta Grande. Clara P. Betancor.
Informe Salinas Canarias 2008, Tomo I, Estado Actual de las Salinas Canarias. Pasado y Presente. Estrategias de Actuación., VV. AA., Estudio Luengo S.L.
Revista La Frontera Nº5, Febrero 2009, Turismo: «El Ayuntamiento incluye en su inventario de bienes  los senderos del municipio», Pág. 18.
El Patrimonio cultural de Fuerteventura como Recurso Turístico, Alejandro Morales González (2010),  Turismo. Vol 2, Escuela Universitaria de Turismo Iriarte, Págs. 37 a 49. ISSN: 1889 - 0326.
Trabajo de campo, realizado por el autor, en Las Salinas de Punta Grande (2018).

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