La Cueva del Acantilado
Un tubo volcánico hacia el mar: La «Ventana» del Acantilado

Otras denominaciones: La Cueva del Faro
Municipio: El Pinar
Contenido: Los tubos volcánicos de la isla de El Hierro son fascinantes, algunos son transitables como el de referencia, y otros son de menor entidad, denominados también «huaclos». En su proceso formativo, la colada fluye por su interior y al enfriarse el exterior, solidifica dejando un conducto hueco, accesible , que origina esta MARAVILLOSA y espectacular formación volcánica.
Esta cavidad, en concreto,  es una «joya» natural, muy cerca de la «obra civil» de mayor entidad de la isla, el Faro de Orchilla, en el «occidente» de la «Ecúmene» del siglo XV.

El recorrido propuesto es por el «exterior» del conducto de la Cueva del Acantilado, y para conectar con él debemos tomar un sendero «intuitivo»  sobre piedra volcánica que encontramos a la izquierda, en la recta final de la pista de acceso al faro.



Pasamos junto al primer «jameo», boca principal de acceso, y también vemos escalones perfectamente tallados, y junto a ella observamos otra amplia cavidad usada como alternativa de cobijo. Solamente se justifican estas tallas escalonadas como alojamiento estacional para los pastores de La Dehesa, que aprovechaban el clima benigno de esta zona, la proximidadad  a la costa para el marisqueo y la pesca, además de la provisión de agua de aljibes, según testimonios de personas lonjevas.

La cueva está suficientemente ventilada, y no presenta problemas puesto que dispone de un total de cuatro bocas exteriores: la de la entrada, la del final del tubo en el acantilado, y otras dos adicionales en el trayecto que también pueden ser utilizadas como vías de escape.

Antes de alcanzar el segundo «jameo» transitamos sobre pequeños «huaclos» con su sonido «hueco» característico, y al llegar a sus proximidades tenemos que desviarnos unos metros del sendero «exterior» que llevamos, donde podremos observar el hundimiento de su «bóveda»
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Segundo Jameo y vista lejana del Tercer Jameo

Si continunamos por el «exterior» alcanzamos el tercer «jameo» que también dispone de escalones tallados, lo que facilita su acceso.

El recorrido hasta la «ventana» del acantilado es subterráneo desde este punto, un tramo de «ida y vuelta» obligatorio hasta La «Ventana» del Acantilado, para regresar, de nuevo, por el «exterior», salvo que se opte al descenso por una «vía equipada» a la derecha de la ventana hasta la costa.

Sorprendentes «escalones» tallados antes de llegar a La Ventana del Acantilado

Al final del conducto encontramos la «vertical» del acantilado, acondicionada con una valla protectora de troncos de madera en la que podemos recrearnos con la vista marina y realizar fotos sugerentes y atractivas, tras recorrer alrededor de 500 metros.


Para este último tramo «interior» es conveniente e imprescindible el uso de linterna y casco protector para evitar los resaltes del techo. Al ser irregular el suelo del tubo también es recomendable calzado adecuado para su tránsito.

Visual marina del Acantilado
Al retorno por el «exterior» puedes aprovechar para desplazarte y contemplar tanto la Cruz de los Navegantes (o del Emigrante), así como otra mas pequeña «amputada», de la que solamente se conserva su base de mármol rotulada, la del homenaje y recuerdo al gaditano Carmelo  Heredia Olmos, uno de los fareros que lo puso en servicio en 1933, conjuntamente con el grancanario Rafael Medina Romero. En la actualidad, encontramos otra pequeña de madera en sus proximidades.


Cruz del Navegante
Referencias: Esta colaboración puntual es un adelanto de un «desarrollo» mas potente  de esta zona (en elaboración) que difundiremos próximamente en este blog.

Importante: El que acceda a «La Cueva del Acantilado» ASUME con consentimiento informado los riesgos que conlleva y la dificultad que representa, por lo que el autor de esta reseña DECLINA cualquier responsabilidad o imprudencia cometida por particulares o grupos organizados que realicen este recorrido.


Se advierte y recuerda que el recorrido desde el primer «jameo» hasta la «ventana» del acantilado de forma «subterránea», o el tramo final desde el tercer «jameo» bajo tierra,  hasta el final del tubo, son opciones de carácter «personal» o «grupal» bajo la  exclusiva RESPONSABILIDAD de la persona que la realiza o del guía/empresa del grupo que los traslade.

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